Introducción
2. Historia
El término mecanografía viene de las palabras mecano (mecánico - máquina) y grafía (graphos - escritura/dibujo). Es el proceso de introducir texto en un aparato a través de un teclado como los que poseen las máquinas de escribir, los ordenadores o las calculadoras. El término apareció cuando se comenzaron a utilizar las primeras máquinas de escribir. Con el avance de la tecnología, se han desarrollado otros métodos para realizar dicha tarea, al mismo tiempo que facilita su labor; algunos de estos mecanismos son los punteros, los ratones o el reconocimiento de voz.
A lo largo de la historia se han producido numerosos intentos para crear una máquina de escribir funcional. La mayoría eran grandes y engorrosas, algunas parecían pianos en tamaño y forma, pero todas eran mucho más lentas de usar que escribir a mano.
La primera patente fue otorgada en el año 1714 por la reina Ana de Gran Bretaña al inventor Henry Mill, pero fue Christopher Latham Sholes, un inventor y político estadounidense, quien diseñó la primera máquina de escribir comercial y el teclado QWERTY que se usan en la actualidad.
Este último también inventó las primeras máquinas de escribir fabricadas en serie, comercializadas por la compañía Remington en 1873.
Estos rudimentarios aparatos se montaban sobre una mesa de máquina de coser accionada a pedal. A pesar de su enorme tamaño, las máquinas Remington tuvieron una aceptable difusión entre la población. El problema surgió cuando las teclas se atascaban debido a la lentitud de su mecánica. Para reducir la velocidad del tecleo, se colocaron las teclas más habituales en los lugares más incómodos. Por este motivo, hoy en día teclas tan comunes como la a o la p hay que pulsarlas con el dedo meñique.
Desde entonces, muchas otras empresas han fabricado sus propios diseños. El último desarrollo importante se produjo hacia 1920 con la máquina de escribir electrónica.