Pantallas, redes sociales e Internet
2. Riesgos
2.1. Contenido inadecuado
El acceso de menores a contenido inapropiado para su edad y desarrollo puede dar lugar a que se encuentren las imágenes o vídeos con contenido sexual o violento, lenguaje inapropiado, modas que pueden producir riesgos para la salud o malos hábitos, como los retos virales… Por ello es necesario que los acompañemos y eduquemos en el uso de la tecnología para que consuman contenidos ajustados a su madurez.
Cómo afecta a menores
Las consecuencias de la exposición de los/las menores a este tipo de contenido pueden variar:
- Daños psicológicos y emocionales: El menor posee una madurez y una autoestima en desarrollo, por lo que es más vulnerable y no es capaz de asimilar lo que tiene delante, como por ejemplo contenido pornográfico o violento...
- Desinformación, manipulación y construcción de falsas creencias: Los contenidos falsos pueden confundir a los menores y son especialmente peligrosos cuando tratan temáticas relacionadas con la salud y la seguridad.
- Establecimiento de conductas peligrosas o socialmente inapropiadas: Los menores pueden asumir determinados contenidos como ciertos y positivos, y adoptarlos en forma de conductas o valores dañinos: sexismo, machismo, homofobia, racismo...
- Daños para la salud física: Algunos contenidos tienen como objetivo la promoción de desórdenes alimenticios (anorexia y bulimia), conductas de autolesión o consumo de drogas... También están los retos virales, que animan a los/las menores a realizar actividades peligrosas.
- Inclusión en grupos y colectivos dañinos: Acceder a contenidos puede acercar al menor a colectivos extremistas, violentos o racistas, así como a sectas de carácter ideológico o religioso, grupos políticos radicales, etc.
- Adicciones: El acceso a contenidos inapropiados sobre drogas, sexo y juegos de azar puede favorecer trastornos de adicción, ya que los/las menores no tienen la capacidad suficiente para gestionar este tipo de riesgos.
- Gastos económicos: Los fraudes o intentos de engaño destinados a estafar a los usuarios para hacerse con su dinero o sus datos pueden acarrear pérdidas económicas. Los menores son más vulnerables a la hora de gestionar la publicidad excesiva a la que están expuestos en Internet.