Implicaciones de las prácticas contrarias al derecho de autor

1. Introducción

Todo contenido original subido a Internet debe ser entendido como una expresión creativa propensa a ser considerada como obra, gracias a la expansión de las tecnologías y la creciente interconectividad en la globalizada sociedad de la información, donde Internet y las redes sociales son esenciales para la creación y difusión de contenidos.

En ese entorno se manifiestan una serie de consideraciones legales y morales de protección de dicho contenido, el cual, dependiendo de su grado de originalidad, estaría sujeto a la normativa legal del derecho de autor, que protege los derechos morales y patrimoniales de las personas que han creado el contenido, y cuyo uso indebido puede suponer una infracción a estos derechos y acarrear consecuencias legales.

Incurrir en prácticas contrarias al derecho de autor, como el plagio, la piratería o la reproducción no autorizada, implica muchos aspectos negativos:

2. Riesgos de la publicación en Internet

La aparición de nuevas tecnologías que afectan a la comunicación y la información supone un gran cambio en la creación y difusión de obras creativas, pero también significan una oportunidad para el uso indebido de estas por parte de las personas usuarias: lo hacen especialmente vulnerable.

La vulnerabilidad que tiene el contenido distribuido por Internet parte, en un principio, de dos ideas erróneas principalmente:

• Lo que se explota es el medio que contiene la información.
• El contenido difundido por Internet es de libre uso.

Lo que se explota es el medio que contiene la información

Se tiene la idea que lo que realmente se explota no es el acceso a la información, sino el medio por el cual se distribuye; es decir, el material que contiene esa información.

En el mundo analógico tradicional se explotan copias de la obra, que luego pueden o no circular libremente, como sería el caso de un libro o un CD; sin embargo, con Internet realmente se explotan los derechos de acceso, que autorizan la reproducción para utilizar la obra, lo que evidentemente tiene mayores complicaciones en regulación y control.

El contenido difundido por Internet es de libre uso

Se tiene la creencia errónea de que por ser de fácil acceso, comúnmente gratuito e inmediato, el contenido difundido en Internet es de libre uso, al contrario del contenido analógico, que suele tener otras características (valor comercial, determinación clara de la autoría) que infunden cierto respeto en cuanto a su explotación.

Por lo tanto, es necesario tener presente que al publicar contenido en Internet, asumimos una serie de riesgos relacionados con el derecho de autor que hay que tener en cuenta, y debemos conocer los distintos medios de protección para hacer efectivos los usos autorizados de nuestro contenido, así como evitar incurrir en prácticas perjudiciales para las personas creadoras de contenido, y que pudiesen acarrear consecuencias legales indeseables.